Today we are going to the western side of the Plaza de España, to place us in front of a 2200 years Egyptian Temple. Madrid is witness and home since 1968, in compensation for the Spanish help after the Unesco call to save the endangered Temples of Nubia, of the Temple of Debod.
It is just at this point, where all the doubts appear, however I can not avoid staring at its historical, archeological and architectural beauty, and have a deep breath each time I see the sunset behind the temple. I personally thank the east-west original direction has been respected although I could not stop thinking how inaccurate it is.
The Temple was part of a plot, a place, even an era and of and environment that defines it and viceversa.
The fact of denaturing, replanting makes a lot of tourist and madrid citizens delight with its presence, but those who love History (with capital letters) could not stop believing that it was an unsuitable movement.
The site produces architecture, and architecture produces or defines the site, therefore The Temple of Debod could not build the city, it does not belong to the system that causes it, so that it maximum brightness would not be admired in any case.
Picture taken by Paz Molinari. Debod Temple, Madrid.
Hoy nos trasladamos hasta el oeste de Plaza España en Madrid, para situarnos frente a un templo egipcio con una edad aproximada de 2200 años. Madrid es testigo y alberga desde el año 1968, en compensación por la ayuda española, tras el llamamiento internacional realizado por la Unesco para salvar los templos de Nubia, en peligro de desaparición, el Templo de Debod.
Y es justo en este punto, donde surgen todos los interrogantes, sin embargo no puedo dejar de admirar su belleza histórica, arqueológica y arquitectónica y respirar hondo cuando el sol se pone detrás del templo, cosa que agradezco personalmente, el hecho de que se haya respetado la dirección este-oeste original, no dejo de pensar que es un acto inapropiado.
El templo formaba parte de un sitio, de un lugar, de una época inclusive y de un entorno que lo definía y viceversa. El hecho de des-naturalizarlo, transplantarlo, hace que muchísimos turistas y madrileños nos deleitemos con su presencia, pero aquellos a los que nos apasiona la Historia, si, si con mayusculas, no podemos dejar de pensar que no ha sido un “movimiento” apropiado.
El sitio hace arquitectura y la arquitectura hace o define el sitio, con lo cual El templo de Debod no puede hacer ciudad, no pertenece al sistema que le dio origen, y por ende su máximo esplendor no será nunca mas admirado.
Fotografía tomada por Paz Molinari. Templo de Debod, Madrid.
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